Resulta que en el mundo marino existe un pez que puede hacer frente a la química cambiante de los océanos la cual está vinculada con el calentamiento global; esto es posible cuando dicho pez mantienen alertas las defensas de su cuerpo a horario nocturnos, que es el momento donde el agua de mar está en un angry-mode o menos hospitalario para el pez.
El CO2 que producimos los humanos y se libera hacia el aire por la quema de combustibles fósiles forma un ácido débil que al mezclarse con el agua puede dañar la vida marina, que de acuerdo con especialistas es probable que sea el peor efecto del calentamiento global.
En la Gran Barrera de Coral de Australia existe el pez ‘spiny damselfish’ (pez damisela espinosa) el cual es capaz de hacer frente a los altos niveles de carbono y se adaptan a la acidificación del mar. “…Tal parece que las nuevas generaciones de estos peces han ajustado sus relojes biológicos para que se pensara que siempre es de noche…”, así lo declaró Timonthy Ravasi, quien es uno de los autores del reportaje del diario Nature Climate Change.
En el estudio realizado por Ravasi y su equipo, criaron peces damisela gris y blancos en agua con niveles de CO2 comparables a los previstos para las próximas décadas y se examinaron los cambios en los genes y las proteínas en sus cerebros. Phil Muday, quien es otro de los autores del estudio de la Universidad James Cook de Australia, explicó a la agencia Reuters que los resultados eran "potencialmente buenas noticias", señalando maneras que los peces pueden adaptarse a la acidificación.
Igualmente los científicos necesitan más estudios para conocer hasta qué puntos los genes beneficiosos pueden ser heredados a las siguientes generaciones. También existen otros factores perjudiciales relacionados con el cambio climático como el aumento de temperatura que puede detener el proceso de crianza del pescado.
En el 2014, en un panel de la ONU, un grupo de científicos argumentó que la acidificación de los océanos es un problema substancial para los ecosistemas marinos, hemos visto como kilómetros de la gran barrera han perdido su color hasta quedar blancos; si seguimos con la misma emisión de CO2 estaremos acabando prácticamente con los corales en poco tiempo.
Vía: nbc.com