Existen dos grandes problemas que han mantenido ocupados a los científicos durante décadas: 1) ¿cómo almacenar la energía solar para su uso posterior? y 2) ¿qué hacer con el CO2 que ha sido almacenado de la plantas de carbón? Es posible que estos dos problemas tengan una solución gracias a los científicos de General Electric.
La empresa una vez fundada por el gran Thomas Alva Edison está trabajando en desarrollar una batería gigante para almacenar el exceso de energía. La idea se escucha algo compleja pero resumiendo los términos científicos es algo así: utilizar la energía solar de los espejos para calentar la sal con una matriz de espejos concentrado, igual al que existe en la planta solar Ivanpah de California. Al mismo tiempo el CO2 almacenado bajo tierra de una planta de carbón se enfría hasta quedar en una estado sólido usando hielo seco usando el usando el exceso de energía de la red.
Cuando se necesita electricidad en horas pico, sobre todo cuando el se pone, la sal calentada puede ser aprovechada para calendar CO2 sólido hasta un estado crítico entre sólido y gaseoso. En este momento es canalizado a unas turbinas construidas especialmente por GE para que puedan generar energía. El diseño final sería capaz de generar suficiente energía para abastecer a 100 mil hogares, de acuerdo con GE.
El diseño también podría aprovechar el residuo de calor de plantas que se alimentan de gas, haciéndolas más efectivas. Stephen Sanborn, un ingeniero ejecutivo de GE afirma que este este esquema podría reducir el costo de $250 dólares por mega watt a $100, “…Es tan barato porque no estás haciendo energía, sólo estás tomando la energía del sol o de la salida de una turbina para almacenarla y transferirla posteriormente…”.
Si bien este sistema requiere de especialistas en refrigeración, transferencia de calor y energía, almacenamiento de energía e ingeniería química –sí, es algo complejo- GE afirma que tiene la capacidad intelectual para desarrollar esta nueva tecnología. En el corto plazo podría mejorar la eficiencia de las plantas de gas entre un 25% y 50% aprovechando los residuos de escape lo que reduciría significativamente las emisiones de CO2 al ambiente. En el largo plazo Sanborn piensa que el sistema de almacenamiento de energía se podría poner en uso comercial en tan sólo 5 años, “… no es la creación de baterías, es la creación de un sistema de energía renovable de alto rendimiento que reducirá el uso de combustibles fósiles…”.
Sería increíble transformar el CO2 en baterías solares, esperemos que los ingenieros de GE logren esta proeza.