Diferentes estudios afirman que una persona promedio cambia su celular cada 15 meses por cuestiones de estética. Igualmente las compañías telefónicas están enfrascadas en una batalla por ofrecer el nuevo celular con la mejor tecnología y entregar una nueva línea de teléfonos con mayor frecuencia, anteriormente pasaban años, ahora puede ser cuestión de meses; el problema es la falta de consciencia e información sobre qué sucede cuando se descarta un celular.
Sólo en México se estima que existen alrededor de 30 millones de celulares basura, esta es una problemática que afecta no sólo a nivel medioambiental, también a nivel social por el conflicto de minerales y el hecho de sigamos consumiendo al ritmo que lo hacemos.
En México, la compañía Telefónica Movistar impulsará el reciclado de los dispositivos basura mediante la recolección en sus Centros de Atención a Clientes. Dicha iniciativa está liderada por Marta Vegas, quien es la coordinadora de Responsabilidad Corporativa de la empresa. Marta mencionó que en el 2014 se generaron 189 kilotoneladas (mil toneladas métricas) de desperdicios por el desecho de equipos celulares en el mundo, de los cuales Latinoamérica es responsable del 10%, es un mundo de celulares y sólo por el hecho de nuestro instinto consumista.
Es por esta razón la empresa Movistar realiza la campaña ‘Déjalo ir’ para generar conciencia en la sociedad sobre la importancia de reciclar los celulares y procesarlos de forma correcta para evitar daños al medio ambiente; ya que la mayoría de las personas al dejar de funcionar un celular lo desechan a la basura como si fuera una cáscara de plátano. Esta no es la primera vez que la empresa telefónica realiza una acción de este tipo, entre 2013 y 2015 se recolectaron alrededor de 1.8 millones de dispositivos junto con 158 toneladas de accesorios como audífonos y cargadores.
De acuerdo a Marta Vega, la radiografía de un celular desechado se compone de la siguiente forma:1) 25% es reutilizable como parte metálicas, 2) 72% es reciclabe y 3) 3% es níquel el cual es un material tóxico. Ahora imaginemos ese 3% tóxico de 30 millones de celulares circulando en nuestro entorno… grave ¿no?
Diversos estudios han demostrado que entre un 40% y 50% del impacto ambiental de los teléfonos móviles se produce durante la fabricación de las placas de circuitos impresos e integrados, el restante es cuando es desechado al ambiente sin ninguna consideración.
Al inicio comentamos sobre el impacto ambiental y social que tiene un celular ya que no sólo es el daño que se hace a nivel planeta. La demanda de los metales utilizados en los teléfonos móviles y otros electrónicos alimentó la segunda guerra del Congo, que cobró casi 5.5 millones de vida.
En el 2012 salió a relucir una noticia en el diario The Guardian donde se mostraban las minas en las que trabajaban niños para extraer minerales esenciales para la industria electrónica. El lucro por los minerales han financiado uno de los conflictos más sangrientos después de la segunda guerra mundial, la guerra en el Congo ha durado casi 20 años y recientemente ha vuelto a estallar.
Durante los últimos 15 años, la República Democrática del Congo ha sido una fuente importante de recursos naturales para la industria de la telefonía móvil.
Existen empresas como Fairphone que buscan desarrollar teléfonos móviles sin la necesidad de usar los llamados ‘conflict mineral’ para lograr un comercio justo con las personas que están inmersas en esta situación.
Esta es una reflexión, no sólo medioambiental donde estamos acabando tanto con los recursos naturales de nuestro planeta y contaminando de forma acelerada al mundo, también está cobrando la vida de millones de personas; ¿recuerdan la película de diamantes de sangre? pues es algo similar, sólo que esta vez casi todos somos responsables de este nuevo conflicto por nuestro apetito por tener un celular nuevo.
Vía: The Guardian, AN, Notimex
Imagen: BhaviniOnline.com