¿Recuerdan en los 90’s cuando se nos pedía que cuidáramos la capa de ozono y que no usáramos productos dañiños como spray para el cabello y otro tipo de productos que amenazaban la capa? Después de varias décadas por fin se está cerrando el hoyo que en el año 2000 alcanzó su máximo histórico de más de 25 millones de kilómetros cuadrados.
Cuando todavía no se hablaba mucho acerca del cambio climático o el calentamiento global, la capa de ozono era -y sigue siendo- uno de los problemas que siempre aparecía en la agenda medioambiental. La capa de ozono es vital para nuestra supervivencia ya que sin su protección los rayos ultravioleta del sol nos quemarían por completo a todos.
Todo comenzó en 1987 cuando los gobiernos mundiales se reunieron para tratar este tema sin precedentes y realizar acciones para mitigarlo. El Protocolo de Montreal realizó una eliminación gradual de los compuestos orgánicos clorados (clorofluorocarbonos, CFC) que afectan a la capa de ozono como los productos utilizados en refrigeradores, aire acondicionados y spray para el pero.
Diferentes grupos científicos coinciden en tener pruebas -por primera vez- de que la capa de ozono se está recuperando. Desde su máximo histórico de 25 millones de km2, el agujero del antártico se ha reducido 4 millones de km2, más o menos la superficie de la Unión Europea (sin el Reino Unido). Esto es una reducción increíblemente significativa ya que se han visto mejoras continuas en la recuperación de la capa desde octubre del año pasado.
Susan Solomon, quien fue pionera de la investigación de la destrucción de la capa de ozono desde hace 30 años presentó los resultados de sus estudios en Science junto con colegas del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, en Boulder, y la Universidad de Leeds, en Reino Unido.
En palabras de Solomon “...Ahora podemos confiar en que las cosas que hemos hecho han puesto al planeta en el camino de la curación… Eso dice bastante de nosotros, ¿no? ¿No somos asombrosos los humanos, que creamos una situación tras la que decidimos colectivamente, como mundo, que íbamos a eliminar esas moléculas? Las eliminamos, y ahora estamos viendo que el planeta responde...”. Y sí, en efecto, si reunimos el esfuerzo colectivo podemos realizar las más grandes hazañas como recuperar una capa atmosférica.
El Protocolo de Montreal es visto como uno de los tratados ambientales más exitosos de la historia y sirvió como modelo para cambios en políticas sobre cuestiones medioambientales, es como el hermano de la COP. Mucho se ha realizado para arreglar este problema y todo se ha logrado por el esfuerzo de los gobiernos mundiales y la sociedad.
Después de 30 años, es evidente que el Protocolo de Montreal está consiguiendo sus objetivos, esto es una lección de vida para nosotros y futuras generaciones en donde posiblemente los resultados de un proyecto de este calibre no los veamos en un corto o mediano plazo pero funcionarán. Sirve de aprendizaje para los acuerdos realizados en el COP21 en París, si bien faltan décadas para ver los resultados de las iniciativas presentadas, seguramente si continuamos con el esfuerzo colectivo veremos signos de curación de nuestro planeta.
Via: www.fastcoexist.com y www.elpais.com
Imagen Susan Solomon: eapsweb.mit.edu